viernes, 24 de julio de 2015

Dietas extremas

Dietas extremas generan ansiedad.

¿Quién no ha sentido ansiedad? Todos nos hemos enfrentado con esa sensación de vacío y la necesidad de llenarlo con algo de comida, incluso el mecato puede calmarnos esa ansiedad. Pero lo que no tenemos en cuenta es que poco a poco estamos caminando un sendero hacia la obesidad, y como no sabemos formas de retroceso o trucos que nos ayuden a combatirla, caemos una y otra vez.
Porque es normal: lo que nos prohíben es lo que con más ganas tomamos después de estar aguantando varios días. Es algo psicológico, lo saben muchos nutricionistas. Puede que cualquier día tomemos licor sin mucho gusto, pero si el médico otro día nos lo prohíbe, estaremos cada día pensando en ese esfuerzo, y cuando llega la reunión de amigos ese primer trago nos sabe glorioso.
No prohibirnos todos los alimentos atractivos.
¿Qué podemos hacer para que la ansiedad no nos domine? Los especialistasrecomiendan, en primer término, que las dietas no restrinjan por completo todos esos “gustos” que solemos comer entre comidas. Porque podríamos caer en una actitud desenfrenada cuando, tras varios días, volvemos a ese alimento: queremos atiborrarnos con él, llenarnos por completo para suplir lo que no comimos antes. Si te alejas de esas restricciones extremas, no experimentas culpa o remordimiento. Una buena dieta libre de ansiedad está basada en la conciencia plena de lo que comemos, en el gusto que obtenemos de ello. El tomar un postre con culpa no hará más que motivar la ansiedad en el futuro.
Comer despacio y cada 3 horas.
Es también necesario que comas de forma pausada. La idea es que la saciedadllegue pronto a tu organismo, y, así, verás que comes menos porque la satisfacción viene rápido. Otro truco muy útil para combatir la ansiedad es que estés solo 3 horas sin comer. Cada tres horas comes, sin cambiar los horarios, esa rutinas verás que hará cambiar el hambre voraz que te hace obeso a un hambre moderado, común, y que puedes satisfacer con una cena moderada. Dentro de tu dieta, incluye alimentos como papas, legumbres y pastas, hidratos de carbono recomendados para las personas que sufren de ansiedad.
El ejercicio y los alimentos saludables.
Cuando el cuerpo está quieto puede ser presa de la ansiedad, porque la mente se te dispara y no sabes dónde ir que no sea tu cocina. Los distractores resultarán siendo muy eficaces, y el ejercicio, o solo una caminata corta cerca de casa, lograrán que tu mente se enfoque en otro lugar, en otros pensamientos. Igualmente se aconseja que tomes al desayuno yogur o leche. Además, tener una hidratación permanente colabora más de lo que te imaginas para que no llegue la temida ansiedad.
Es momento entonces de ingresar a tu dieta alimentos que contengan vitaminas del complejo B y magnesio, que ayudan a mantener estable tu ritmo cardíaco. Olvídate también de comer lo primero que encuentres en la calle cuando seas presa de la ansiedad; en cambio, puedes probar un saludable yogur descremado, unas almendras, nueces, una gelatina, o si estás en casa, prepara un deliciosopescado o toma unas frutas deshidratadas, y, de esta manera, se quita la ansiedad y tu organismo no se está resintiendo.

Sobre el Autor

José Escobar


Escritor, editor y periodista, José Escobar es reconocido en el mundo de la literatura. Una de sus libros ha sido recompensado con el Premio Nacional Jorge Gaitán Durán en el 2010. Desde hace unos meses, se ha unido al equipo de Factor Quema Grasa para brindarnos los mejores consejos sobre dietas, perder peso, estilo de vida saludable y salud.

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